Leía en un interesante texto que el desarrollo económico de España a lo largo de los años 60 marcó un punto de inflexión en la evolución del franquismo. Si desde el punto de vista político el Movimiento (o sea, la maquinaría ideológica política del franquismo) permanecía inamovible, las libertades cotidianas propias de una sociedad de consumo iban creciendo paulatinamente. La llegada estival de aquellos primeros turistas extranjeros contribuyó exponencialmente a una serie de cambios en la mentalidad y en el comportamiento de los españoles. Una de las manifestaciones del deseo de la sociedad española de acercarse al estilo de vida de los países occidentales fue, sin duda alguna, y por suerte, la recepción de la música pop, sí, sí, por fin dejaron entrar sin muchos problemas, aunque con escandalosas intervenciones de censura, sobre todo en portadas discográficas, al rock americano, la música ye-ye francesa y al beat británico.Eso representó una ruptura generacional total, aunque las ramificaciones de la cultural anterior, dígase folklóricas, sobre todo de la deliciosa copla española, se agarraron de inmediato y lucharon denodadamente contra esa invasión musical foránea, pero logrando solo una excitante fusión, como comprobamos repasando algunas grabaciones muy curiosas de grupos pop españoles de aquella época tímidamente esperanzadora.Traemos cuatro ejemplos:
"Los cuatro muleros", versión de 1964 de Los Pekenikes, con una poesía inolvidable del inmortal Federico García Lorca que no reconocieron ni las estrictas autoridades del Régimen.
O esta revisión de "María de la O", de 1963 del grupo madrileño Los Jets, de una de las piezas más clásicas y deliciosas del genial triunvirato de compositores Valverde, León y Quiroga, que ya Doña Marifé de Triana había inmortalizado previsamente.
o "La luna y el toro", en vertiente instrumental, también muy típica de esa era, realizada en 1964 por el grupo Micky y Los Tonys.
Y por último, "El porompompero", adaptación pop-beat de 1965 del grupo mallorquín Los Beta, de esa famosa rumba con reminiscencias de la copla compuesta por los maestros Solano, Ochaita y Valerio, que popularizó sobre todo el magistral Manolo Escobar.
Así sonaba el pop-folclórico español de los años 60.