Hacemos un giro copernicano en nuestro periplo por los cafés en el Berlín de entreguerras para visitar cafés que nunca existieron del todo, o que fueron reconstrucciones de cafés en activo recreadas en estudios de cine: los cafés de las películas.
El primero es el célebre Ricks Café Américain, set principal durante el rodaje de Casablanca (1942). De Casablanca, retrocedemos dos años para visitar el Café Nizza de Budapest, recreado en The Shop Around The Corner (El bazar de las sorpresas, en castellano), película de 1940 dirigida por Ernst Lubitsch.
Acompañamos a Ray Milland en su lucha contra el alcoholismo y su deambular por bares y drugstores descrita en The Lost Weekend (Días sin huella, en castellano) producción de 1945 dirigida por Billy Wilder.
De Nueva York a Argentina. En Buenos Aires, un contrabandista de tugsteno regenta un lujoso club, con casino de tapadillo. Gilda canta su famosa canción a la guitarra en el bar, encarnada por Rita Hayworth.
De Buenos Aires a Londres. Allí, un compositor psicópata y bebedor asesina e intenta asesinar a sus novias. Vive en Hangover Square (Plaza de la Resaca), título original de esta película de 1945, Concierto Macabro, en castellano.
Desde Londres regresamos a los USA, a La Florida. En Cayo Largo transcurre una película de título homónimo dirigida en 1948 por John Huston, en la que Bogart personifica al antihéroe, héroe por amor.
De La Florida regresamos a Nueva York. Cary Grant es confundido con un espía cuando visita el café restaurante OAK Room del Hotel Plaza. Huye con la muerte en los talones hacia Chicago y se toma un Gibson en el tren, en el filme de Hitchcock de 1959, North by Northwest.
Músicas escritas por Max Steiner, Miklós Rozsa, Bernard Herrmann, Allan Roberts, Doris Fischer o Herman Hupfel, entre otros, interpretadas por los artistas Joaquín Achúcarro, Daniel Hope, Vera Lynn, Anita Ellis, Esa-Pekka Salonen o Charles Gerhardt, acompañados por distintas orquestas y solistas.