José Emilio Santamaría es una leyenda del fútbol consiguió lo que consiguen los grandes y fue de la generación de los que hicieron gesta como los Puskas, Kubala, etc. Dice que su vida ha sido el fútbol, explica como se perdió el mundial de Brasil, porque su equipo el Nacional de Montevideo lo tenía como defensa y el seleccionador de Uruguay le situaba como delantero interior y el Montevideo no le dejó ir porque ese no era su puesto, hablamos de 1950. Cuatro años más tarde si jugó con Uruguay el mundial de Suiza y allí el señor Bernabeu le pusó los ojos encima y se lo trajo al Real Madrid que con él ganó tres títulos de Copa de Europa consecutivos y una Intercontinental. Luego fue seleccionado para el equipo español para el Mundial de fútbol de 1962, su actuación no fue tan brillante y quedó descartado para el último partido contra Brasil, España perdió 2-1 y cayó eliminada. Pero entre 1980-1982 él dirigió a la Roja, que en el Mundial disputado en casa quedó eliminada en la ronda previa de semifinales.
Se enorgullece Santamaría del trabajo que hizo para el fútbol español, reorganizando las categorias, no solo fijándose en los profesionales, sino en los sub-16, sub-21, para que los futuros jugadores supieran de campos de fútbol en latitudes distintas, también de comidas, de clima, es decir una preparación completa para jugar en cualquier terreno y así curtirse para competiciones trascendentes al llegar a profesionales como el Mundial que finalmente consiguió España en Suráfrica, fruto de la reorganización de Santamaria. Dejó la selección sintiéndose poco arropado y con una campaña de la prensa en contra, cuando es un hombre que nunca ha faltado a nadie, ni ha tenido enfrentamientos con los informadores, pero así es el mundo deportivo y la venta o las ganas de encontrar problemas donde no los hay se imponen y eso hizo que Santamaria cediese el puesto de seleccionador que había heredado de Kubala a Miguel Múñoz.