Emilio Lara, nuestro historiador de cabecera, aparece una vez al mes, pero siempre está presente, porque nos gustan sus historias, nos gustan sus fabulaciones apoyadas en la historia, recuerden que es historiador, y se nos antoja que además de ese poco que les contamos de él, tiene una buena discoteca, porque no hay intervención suya en que no reconozca y agradezca la música que selecciona Manolo Castro para darle la bienvenida y este domingo tampoco. Morcheeba "Roma wasnt build in a day" - Roma no se construyó en un día", esa le gusta y no hace referencia pero si a la de despedida Enya la BO de Gladiator. Pero iba a hablarno de Numancia y cumple y con creces como siempre. No les voy a repetir todo el relato, lo resumiremos de esta manera, la España - así no se denominaba entonces, pero sirve para entendernos - estaba poblada por celtíberos, ibéros en el sur, y Roma imperial tenía unas ansías de expansión tremendas, pero aún no había un ejército fuerte instalado en la península para enfrentarse en un principio a la resistencia numantina, una ciudad la de Numancia de unos 2000 a 2.500 ciudadanos, pero muy bien comunicada con sus vecinos y con una red de abastecimientos que les ayudaba a la resistencia. Claro el problema es que cuando los romanos ponían el ojo sobre un territorio, sí o sí, tenía que ser suyo. Por tanto, la resistencia no era una palabra en el vocabulario de las legiones romanas, y Numancia que intento pactos, sabía que cuando decidió resistir el asedio iba a tener una final trágico, como los judíos de Massada en el siglo I después de Cristo. Roma además al enemigo vencido no le mostraba piedad alguna, los minaba y los que sobrevivía era vendido, en el caso de humanos como esclavos y además hacía paseo triunfal exhibiendo botín. Si te dejabas conquistar la cosa cambiaba, les pagabas un tributo anual y lo que hicieras con tu vida les importaba poco. Numancia optó por la vía trágica y Roma no perdonó.
Aprovechando que Miquel Silvestre nos habló de Fernando hermano de Carlos V, al que envió a tomar arreglar las cosillas del Imperio para tenerle entretenido y no le quitase la Corona de Castilla y Aragón, quizá en una próxima ocasión nos habla de esa figura y los amores o desamores fraternales del emperador. Felicitamos a nuestro colaborador por la buena acogida y críticas que está recibiendo su último trabajo "El relojero de la Puerta del Sol".