En el análisis de la complejidad del mundo sonoro encontramos nuevos planteamientos que interesan a la interacción entre sonido y espacio, y por tanto interesa de manera particular a las interacciones entre música y arquitectura.
Determinadas formas de análisis que se aplican a la arquitectura son aplicables a la música y viceversa. Desde una concepción contemporánea tanto la música como la arquitectura pueden explicarse por una serie de medidas espacio-temporales en torno a un juego entre permanencias y variaciones: ritmos, tonalidades, timbres, colores varían continuamente en la música y en los paisajes de la ciudad. Nuevas formas de análisis como las relacionadas con los estudios de paisajes sonoros constituyen un ámbito común entre música y arquitectura. Estos argumentos serán la base de nuestro programa