"El oído, ese órgano del miedo, sólo alcanzó tanta grandeza en la noche y en la penumbra de las cavernas oscuras y de las selvas, tan de acuerdo con el modo de vivir de la era del deseo. En la claridad del día, el oído es menos necesario. Fue así que la música adquirió el carácter del arte de la noche y de la penumbra". En este aforismo Nietzsche, presenta la noche como una experiencia fundamental para la música y, podemos añadir, para la escucha en general. El mundo de los sonidos, nos invita a volvernos hacia dentro, hacia lo escondido; hacia el interior de uno mismo , a través de lo cual, la mente ejercita sus propias imágenes. Hoy dedicamos nuestro programa a la noche y lo hacemos con músicas de Dowland, Takemitsu, Redolfi, Eno y Schoenberg
La casa del sonido
Músicas nocturnas
11/12/2013
01:00:14