El agua es un sonido primordial, anterior a toda palabra y a toda música. El sonido del agua se sitúa en un punto intermedio entre el instante y la eternidad entre lo móvil y lo estático entre lo extremadamente pequeño y lo infinitamente grande y ello tiene su máxima representación en el mar. Fluidez, microvariaciones, microrritmos, variaciones espectrales, dinamismo… son conceptos que definen la música y que también pueden servir para representar los movimientos y recorridos que realiza el agua en sus múltiples manifestaciones. En la historia de la música encontramos ejemplos del poder de atracción del agua.. Siempre nueva y no obstante siempre igual, el agua resulta eterna en su continuo fluir, en el rítmico ir y venir de las olas.
Hoy vamos a sumergirnos en el agua a través de la música en la que el agua aparece de todas las maneras imaginables. Lo haremos con paisajes sonoros de la isla de Pascua y de los puertos de Génova y de Veracruz y con composiciones de Luc Ferrari, Benjamin Britten y Horacio Vaggione.