No desgastarse. No reaccionar. Fluir con el curso de los acontecimientos. Explicamos los principios de la filosofía Taoísta y su encaje en nuestro día a día
"Quien se exhibe carece de luz. Quien se alaba no brilla".
Nos acercamos en este capítulo a la Filosofía taoísta, una forma de entender el mundo según la cual las cosas, las personas y los eventos deben seguir su curso natural. Es por ello que, según promueve, necesitamos ser menos rígidos, como el agua, que se adapta al terreno que la contiene. de forma que no nos desgastemos yendo contracorriente.
Explicamos cómo la filosofía del Tao propone las virtudes del equilibrio con la naturaleza y de la inacción o la acción involuntaria, que se centra en adaptarse a las circunstancias eliminando metas y deseos y evitar controlarlo todo. Algo que a veces cuesta que encajemos en nuestra mentalidad occidental. Revisamos algunos capítulos del "El Tao Te Ching", de Lao-Tse, que significa ‘camino de la virtud’, el libro inspirador de esta corriente que entiende al Tao como una fuerza cósmica que fluye a través de todas las cosas y las une y libera y que considera la vida como un juego entre opuestos que se complementan y necesitan. ¿Cómo alcanzar la vida plena? El Tao propone cultivar lo que denomina los Tres Tesoros: la humildad, la moderación y la compasión.
Para el taoísmo, las posesiones materiales no conducen a la la felicidad. Lao-Tse defendía que quien no era feliz con poco, no lo sería tampoco con mucho. Por tanto, para los sabios taoístas, el deseo ocasiona sufrimiento. Intervienen, entre otros, Gerardo López Sastre, Profesor de Filosofía de la Universidad de Castilla- La Mancha e Iñaki Preciado, escritor y traductor de los textos taoístas.