Por primera vez en la Historia, el cociente intelectual está descendiendo. Los motivos podrían ser una peor nutrición, un peor sistema educativo, la mayor contaminación del aire o el uso de las redes sociales. Para Diego Hidalgo, impulsor del "Manifiesto OFF", la tecnología nos ha convertido en una suerte de homo reductus, de un ser menos capaz que se concentra peor, reflexiona menos y que delega aspectos del día a día a las máquinas por pura comodidad.
En esta suerte de metamorfosis tecnológica no deseada, los niños y adolescentes se llevan la peor parte en lo que respecta a su salud mental. Apoyado en los últimos estudios tal y como refleja en su último libro, "Retomar el control" (edit. Catarata), Hidalgo comenta la creciente sensación entre los adolescentes de nunca sentirse satisfechos con nada. "Colocar a un niño delante de una pantalla es anestesiarlo", asevera Hidalgo en este capítulo. Las consecuencias son el deterioro de las facultades cognitivas, un menor autocontrol, un cerebro más inmaduro y efectos neurológicos a largo plazo. Hablamos de una adicción en toda regla, por eso nuestro invitado plantea por qué no prohibir el uso del smartphone a menores. Estamos ante la paradoja de niños sobreprotegidos por sus padres en el plano físico, pero abandonados a su suerte en el plano digital. Recordamos cómo los magnates tecnológicos sí se aseguran de que sus menores estén "a salvo" de las redes sociales y comentamos las iniciativas que se han puesto en marcha de manera experimental para atajar la creciente invasión tecnológica. Al final, como asevera Hidalgo, se trata de poner la libertad y la felicidad por encima de la eficiencia o la inmediatez.