En esta serie de conversaciones que componen “La España vivida” vamos a dirigir hoy una mirada hacia el mundo de la ciencia. Nos va a guiar para este camino una ingeniera industrial cuya labor está siendo muy importante por su utilidad para tratamientos complejos, es decir, por su finalidad asistencial. Estamos hablando del primer exoesqueleto pediátrico del mundo para niños con patologías neuromusculares y parálisis cerebral. Su creadora es Elena García Armada, cuya tesis doctoral en la Universidad Politécnica de Madrid apuntaba su voluntad de avanzar en este terreno, al titularse “Optimización de la estabilidad y la velocidad de robots caminantes”. Un exoesqueleto viene a ser eso, un aparato –o un medicamento, como lo llama nuestra invitada con mayor precisión- capaz de estimular la recuperación pediátrica. La trayectoria de Elena García Armada describe bien los avatares de una científica empeñada en conseguir progresos y hallazgos con una importante dimensión asistencial y social, para la mejora de la calidad de vida de niños y niñas con patologías que constituyen retos para la medicina, y más en concreto para los especialistas en neurología. Nos interesa la experiencia de nuestra invitada en diversos aspectos, primero en relación con la investigación, desarrollada en su caso en etapas decisivas en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CESIC). A esta fase siguió otra no menos difícil, que fue la puesta en marcha de una iniciativa empresarial para la construcción y comercialización de ese tipo de robot exoesquelético e introducirlo en el ámbito de la sanidad pública, como una prestación más que puede beneficiar a numerosos niños y sus familias, en España y en países extranjeros. Vamos a hablar, en suma, de una gran aventura científica y empresarial.
La España vivida
Elena García Armada. Inventora de un robot que es medicina
16/01/2025
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