Hoy visita el estudio de “La España vivida” un experto en publicidad de renombre y prestigio internacional. Se trata de Luis Bassat, nacido en Barcelona en 1941. Se trata de uno de esos hombres de los que se dice que “se han hecho a sí mismos”. Con esfuerzo, sin duda. En sus retratos biográficos se destaca que entre sus primeros empleos estuvo el de la venta de televisores a domicilio mientras estudiaba Ciencias Económicas. Esos televisores, quizá muchos todavía en blanco y negro, comenzaron a difundir sus campañas publicitarias en los años 70, una labor en la que Lluís Bassat ha discurrido de éxito en éxito. La primera piedra de esa carrera fue Bassat y Asociados, fundada en 1975, en la que trabajaban sólo tres personas. Cinco años más tarde una importante multinacional, Ogilvy&Mather adquirió una participación en aquella primera sociedad, dando paso a Bassat Ogilvy Iberia, cuya presidencia ocupó. Más tarde, entre 1987 y 1995, fue el asesor de comunicación e imagen de la Generalitat. En ese período se prepararon y celebraron, en 1992, los Juegos Olímpicos de Barcelona, a los que también estuvo vinculado, como máximo responsable de la organización de los actos de apertura y clausura de esa gran cita del deporte internacional. Quién que lo viviera o lo haya visto después no recuerda la parábola de la flecha encendida que prendió el pebetero del estadio olímpico de Montjuic. Aquel fue también el año de la capitalidad cultural de Madrid y de la Expo de Sevilla. Para entonces el publicista Lluís Bassat ya era un líder en su sector, con muchas campañas exitosas a sus espaldas, como las de Gila y las cuchillas de afeitar Filomatic, u otras de Cinzano y Netol, algunos de los primeros clientes de su empresa. En los últimos años, Bassat y su esposa, Carmen, se han dedicado con especial intensidad a la Fundación que lleva el nombre de ella, la Fundación Carmen, para promover el arte contemporáneo y otras actividades sociales.
La España vivida
Luis Bassat. El compromiso ético de la publicidad
29/08/2024
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