Faltan referentes femeninos en la Ciencia. Es una posible explicación a este dato que proporciona la UNESCO: sólo el 35% de las personas matriculadas en las carreras denominadas STEM, las relacionadas con Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, son mujeres. Hoy tenemos el placer y el honor de charlar con dos de ellas. Una representa la veteranía y otra la juventud. Ambas comparten sueños cumplidos y una brillantez académica e investigadora poco común.
A la ingeniera Nuria Oliver le respalda una carrera consolidada y reconocida. Lo sabe casi todo sobre Inteligencia Artificial. Dice que lo de investigar en tecnología basada en el comportamiento humano fue "amor a primera vista". Cuando parecía algo de ciencia ficción, Oliver ya diseñaba ropa inteligente o programas de reconocimiento facial.
Se estrenó en el MIT Massachusetts Institute of Technology y desde hace treinta años no ha dejado de investigar.
Irene Abril Cabezas nos atiende desde Cambridge en un despacho cercano al que ocupó Stephen Hawking.
Ya de pequeña miraba hacia las estrellas y la Vía Láctea desde un pequeño pueblo de El Bierzo.
Tras ser la número 1 en todo, Irene eligió ser Física y ahora está centrada en conocer mejor el origen del Universo.
Las dos científicas han logrado estar donde querían. Detrás ha habido veranos intensos de trabajo y muchas horas de investigación.
Con Nuria Oliver e Irene Abril (colaboradoras ambas de Fecyt, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología) analizamos por qué hay tan pocas mujeres científicas y nos preguntamos si las cuotas siguen siendo necesarias.
Finalizamos escuchando en el pódcast "Pero ¿qué invento es esto?" la historia de Ada Lovelace, una pionera de la informática, una mujer adelantada a su época.
Ante tanto derroche de talento y de excelencia, no se nos ocurre mejor broche de oro que finalizar con "Divina", de Radio Futura.