Abrimos La sala de RNE con un repaso junto a Beatriz Torío, Paloma Cortina y Olga Baeza por los XXXV Premios El ojo crítico de Teatro (Eléctrico 28), Danza (Led Silhouette) y Música Clásica (Manuel Busto).
Llega a la Sala Mirador de Madrid Miguel Hernández. El sueño de un poeta, con dirección de escena de Jesús Cracio, dramaturgia de Amparo Climent y música compuesta por Gloria Vega, ambas en el escenario junto con la pianista Maru Mararía. Un montaje producido por Pilar Sancho. Seguimos con el universo de Miguel Hernández con Rosario Pardo dando vida a Josefina Manresa, su mujer, en Los días de la nieve, con texto de Alberto Conejero, este mes, el 15, en Pozoblanco (Córdoba) y el 29 en Mairena del Aljarafe (Sevilla).
Convocamos a dos escritores, dos dramaturgos, en torno a la edición de libros teatrales y la literatura dramática. Alberto Conejero nos trae un ejemplar de Leonora (Pepitas de Calabaza ed.), con apuntes de la actriz y cómplice Zaira Montes, y Una canción italiana (Fundación SGAE) es la propuesta de Javier de Dios, ganador del último Torneo de Dramaturgia, del que nos habla Miguel Cuerdo, cómplice y productor en Lazona Teatro.
Ana Gil nos lleva hasta El monte de las ánimas, de José Ramón Fernández a partir de Gustavo Adolfo Bécquer, con dirección de Pepa Pedroche e Ignacio García. Marina Romero nos habla de una experiencia escénica en el Restaurante Bloom de Madrid: Dos días, con Eva Marciel y Guillermo Barrientos. Y Alberto Castrillo Ferrer nos hace una interesante propuesta.
Paula Púa, cómica en La sala junto con Jorge García Palomo, con quien estuvo hace un par de años Esther Gimeno Gascón, a la que nos acerca nuestra compañera Tere Vilas, en la dirección de Al margen de la ley. Por cierto, en la plataforma de visionado online Filmin podéis ver ¡Arrepentios!, lo que ella considera un monólogo sermón.
Artista multidisciplinar con formación en circo, teatro, danza y voz, Estefanía de Paz Asín gira por España en una caravana, sobre el alambre y parando en cualquier rincón donde haya gente que quiera escuchar sus historias, espectáculos que activan la memoria, invitan a la reflexión y emocionan. Es el caso de Olvido Flores y La Reina del Arga.