Estamos en pleno verano y no estamos dispuestos a trabajar. Sacamos micrófonos, equipos de sonido y nuestros cuerpos serranos a la calle para dejarnos caer en una terraza, acompañados de unas cervezas, unas aceitunas y de muchos personajes que, día a día, deciden sentarse en nuestra mesa para contarnos historias de lo más interesantes. Pónganse un poco de crema, gafas de sol y preparen la cartera para pagarse unas cuantas rondas.
Estamos en pleno verano y no estamos dispuestos a trabajar. Sacamos micrófonos, equipos de sonido y nuestros cuerpos serranos a la calle para dejarnos caer en una terraza, acompañados de unas cervezas, unas aceitunas y de muchos personajes que, día a día, deciden sentarse en nuestra mesa para contarnos historias de lo más interesantes. Pónganse un poco de crema, gafas de sol y preparen la cartera para pagarse unas cuantas rondas.