Por ahora seguimos en Egipto y nos disponemos a viajar de Alejandría a la capital del país.
Desde Alejandría a El Cairo era lo que se llamaba en la antigüedad el Bajo Egipto. Más allá y hasta Asuán era el Alto Egipto. Dos reinos independientes que unió el faraon Menes allá por el siglo XXXI Antes de Cristo. Mi jornada prevista para hoy son 221 kilómetros feos y sin interés. Voy lejos del cauce del Nilo. Solo veo desierto. La autovía está rodeada de una nada amarillenta y con los arcenes llenos de basura. Los conductores arrojan impunemente los desperdicios desde sus coches. Todos van expeliendo densas nubes de humo negro que envenenan el aire. No me divierte nada este tramo y solo quiero llegar a mi destino. Cuando diviso las primeras luces de El Cairo, ya es de noche y el tráfico se vuelve literalmente horrible. Los vehículos forman un muro compacto que prácticamente repta. Con las anchas maletas de Atrevida tampoco puedo brujulear ágilmente. La moto va cargada hasta arriba y eso supone más de 250 kilos en orden de marcha.
