La vuelta al mundo con Miquel Silvestre   El visado de Sudán 15/07/2021 05:59

Una de las tareas más importantes de una vuelta al mundo en moto es proveerse de los visados que te permitan cruzar las fronteras. Ahora mismo estoy en El Cairo tratándo de conseguir la visa sudanesa. Cuando tras una lenta navegación urbana aterrizo en la legación española, encuentro un moderno chalet en una zona residencial donde ondea la bandera rojigualda. Lo protege un policía de nuevo uniforme y viejo kalashnikov. Parece que recién dejó el arado en su pueblo y tomó el arma. Rezo para que no tenga que proteger nunca la embajada de un ataque. Dentro hay multitud de egipcios, peticionarios de visados Schengen, que intentan escapar de la miseria rumbo a Europa. La cola es interminable, parece congelada, nadie se mueve. Me acerco hasta la ventanilla prevaliéndome del color pálido de mi piel. La funcionaria española me dice de modo no demasiado amable que no emiten más cartas de recomendación para el visado de Sudán. Parece estar harta de que se las pidan y me trata como si yo fuera culpable de la larga cola de peticionarios, de la polución cairota, o de la información presuntamente errónea que aparece en la web de la embajada de Sudán. ¿Me escribirá un documento que certifique que ya no expiden estas cartas?, le pregunto cortésmente. De ningún modo, responde. Es asunto mío convencer a los sudaneses de que no hace falta lo que ellos creen que sí hace falta. Me despido. Otra vez atasco y otra vez cruzar el Nilo por un largo puente coagulado de tráfico.

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