El 30 de abril de 1972 moría en Suiza Clara Campoamor, una de las más destacadas figuras de la primera mitad del siglo XX en España, protagonista de excepción de la vida política en las décadas convulsas previas a la guerra civil. Clara Campoamor, liberal y feminista, firmado por Ana Vega Toscano, ahonda en la personalidad de esta polifacética mujer, abogada y política, activista por los derechos civiles, escritora y traductora. Una de las mentes más lúcidas de su época.
Nacida en febrero de 1888 en una familia humilde tuvo que trabajar desde joven, pero, gracias a su tesón, logró concluir sus estudios de derecho, y convertirse en una de las primeras abogadas españolas. Mientras tanto, Clara Campoamor había desplegado una intensa actividad centrada en la lucha de los derechos de la mujer. Escribió en periódicos, participó en debates públicos y en fundó en 1931 la Unión Republicana Femenina. Tras la proclamación de la II República, logra un escaño en el Congreso de los Diputados por el Partido Radical. Como única mujer en la Comisión Constituyente, defiende el derecho al voto de la mujer, incluso en contra de la opinión de su propio partido y otras formaciones del hemiciclo que temían que el sufragio femenino favoreciera a las opciones de la derecha.
Clara Campoamor consiguió finalmente el derecho al voto de la mujer, tras una intensa batalla dialéctica. Sin embargo, en las elecciones de 1933 no revalidaría su escaño, y aunque desde el gobierno le ofrecen la Dirección General de Beneficencia, Clara Campoamor termina dimitiendo por incompatibilidad con la línea política y abandonando el Partido Radical.
Ya apartada de la vida política, publica una de sus obras más importantes El voto femenino y yo. Mi pecado mortal. Cuando estalla la guerra civil, y temiendo por su vida, partió al exilio. Vivió en Argentina y Suiza, pero nunca más pudo volver a España, incómoda para un régimen que la acusó de pertenecer a la masonería.