El 3 de febrero de 1522, la Toledo Comunera fue definitivamente vencida tras dos años de sublevación. Caía así la primera ciudad que se había alzado en comunidad frente al emperador Carlos V. Era el último acto de una derrota que en realidad se había sellado ya meses antes, el 23 de abril de 1521, en Villalar. Cinco siglos después de aquellos hechos, Documentos RNE se acerca a este episodio central en la historia de Castilla.
Las Comunidades de Castilla fueron a la vez una guerra civil, una revolución social y política, y una confrontación de intereses. Un movimiento complejo en el que intervinieron todos los sectores sociales (nobleza, clero, menestrales, mercaderes, campesinos…) que se fue transformando durante el tiempo que se mantuvo vivo.
A comienzos del siglo XVI, Castilla era un reino próspero en lo económico y dinámico en lo social. Tenía, sin embargo, conflictos en su seno. La llegada en 1517 del extranjero Carlos de Gante para asumir la corona, rodeado de flamencos, y su posterior elección como emperador en 1519, exacerbó estos factores de crisis y provocó otros nuevos.
Toledo llamó a las otras 17 ciudades con voto en Cortes a formar una hermandad para atender a la gobernación del reino. En la historia comunera resuenan los nombres de los hechos más destacados que supusieron puntos de inflexión del conflicto: el incendio de Medina del Campo por las tropas del emperador, que generalizó la rebelión; la toma de Tordesillas por los comuneros y el favor de la reina Juana hacia su causa; la posterior recuperación realista de Tordesillas; la toma de Torrelobatón.