En 2022 se cumplen 500 años de la muerte de Elio Antonio de Nebrija, gramático, lexicógrafo y uno de los humanistas más destacados del Renacimiento español.
Tras pasar unos años como bachiller en Artes en Salamanca, su estancia en la universidad de Bolonia le cambió su carrera. De allí regresó convertido en un humanista y un gramático. Su objetivo principal será entonces será recuperar el latín clásico deteriorado por las delirantes interpretaciones del latín medieval. Con este propósito escribió en Salamanca, donde ejercía como catedrático de Gramática Sus Introductiones latinae, un manual para el conocimiento del latín que tuvo mucho éxito en Europa.
Nebrija fue un hombre bien relacionado con el poder. Mantuvo buenas relaciones con personas de la talla del cardenal Cisneros, el arzobispo Fonseca o la propia reina Isabel la Católica. Relaciones de las que supo sacar el beneficio necesario para poder dedicarse a su obra filológica y humanista.
Precisamente al servicio del maestre de la Orden de Alcántara, Juan de Zúñiga, con quien pasó veinte fecundos años, publicó su famosa Gramática del castellano, la primera completa en lengua romance. Obra que se adelantó a su tiempo y que servirá para las gramáticas de las lenguas amerindias. También compuso dos diccionarios, latín-español y español-latín, y, como buen humanista, ensayos sobre temas variados como la medicina, el derecho o la educación.
Nebrija también decidido impulsor de la imprenta en Castilla y uno de los primeros autores en escribir directamente para ella. Su visión de la modernidad le llevó a hacer un hábil uso de los privilegios reales para recibir regularmente sustanciosos derechos de autor.