Juan Eduardo Zúñiga fue un escritor minoritario que tuvo una vida relativamente tranquila y recogida. Sólo empezó a ser conocido a partir de los años ochenta del pasado siglo, cuando tenía más de sesenta años, gracias al tesón y la admiración de un grupo de amigos escritores e incondicionales lectores. Zúñiga practicó, lenta y minuciosamente la escritura de cuentos, un género poco valorado durante mucho tiempo.
Zúñiga tuvo una vida longeva, vivió 101 años, y su aspecto físico, alto, delgado y con una larga barba, recordaba a un personaje de novela rusa, una literatura que admiró y en la que encontró una importante fuente de inspiración.
Entre su obra destaca una trilogía de relatos sobre la Guerra Civil donde narra su experiencia del drama. Un adolescente que posa su mirada en las pequeñas tragedias personales, dentro de la gran tragedia general. En Largo noviembre de Madrid, La tierra será un paraíso y Capital de la gloria, Zúñiga se aleja de la épica de la guerra y de los panfletos, para interesarse por la vida de las gentes que en el Madrid sitiado tratan de salir adelante.
A pesar de su escasa vida social, en sus últimos años recibió algunos importantes premios y distinciones: el Premio de la Crítica, el Premio Nacional de Narrativa por Capital de la gloria, y el Premio Nacional de las Letras.