1852 y 1853 están marcados en negro en la historia de Galicia. Tanto, que son conocidos como los annos de la fame (los años del hambre). A la pérdida de cosechas por las inundaciones, le siguió una epidemia de cólera morbo que diezmó la población.
En ese contexto de calamidades, surge la figura del empresario orensano Urbano Feijóo Sotomayor; un antiguo negrero con intereses en Cuba que propone llevar a miles de gallegos a la isla caribeña para salvarlos del hambre y, de paso, cubrir la demanda creciente de mano de obra que tienen las plantaciones azucareras, acrecentada por los acuerdos internacionales sobre la trata, que obligaban a España a poner fin al comercio de esclavos.
Urbano Feijóo concretó su idea en la Compañía Patriótico Mercantil. Un proyecto que, gracias al apoyo gubernamental, se convirtió en la más importante empresa de colonización de Cuba. La Compañía envió 1744 gallegos a la isla en sus ocho expediciones, entre marzo y agosto de 1854.
Rápidamente se reveló como un caso flagrante de esclavitud encubierta. De hecho, en los primeros meses de funcionamiento habían fallecido ya más de trescientos inmigrados por culpa del cólera y de las pésimas condiciones de vida. Trabajaban de catorce a dieciséis horas bajo el sol cubano, con mala alimentación y por la cuarta parte del sueldo que cobraban los esclavos africanos liberados. Urbano Feijóo, que además de empresario era diputado, había prometido que, un gallego ha de hacer el mismo trabajo de dos negros y al precio que cuesta un esclavo.
Pero los gallegos ni querían ni podían soportar esas duras condiciones y muchos se rebelaron y huyeron haciendo fracasar el proyecto. Muchos de los gallegos fugados se esconden como cimarrones en los palenques de los negros, dando pie al mito cubano de los esclavos ojiazules. Algunos de ellos consiguen mandar cartas a sus familias a través de escribientes en las que cuentan cuál es su penosa situación en la isla.
A través del abogado Bernando Placer, las cartas llegan al Congreso de los Diputados donde se creó una comisión para el estudio del caso. El dictamen, aprobado el 28 de junio de 1855, declara rescindidos los contratos entre Urbano Feijóo y los inmigrados gallegos.