La Guerra Civil de España tuvo una dimensión internacional que la explica en parte. Incluso muchos historiadores sostienen que fue el primer episodio de la Segunda Guerra Mundial.
Diplomacia y Guerra Civil. La República en el patíbulo, con guion de Luis Miguel Úbeda, se adentra en las relaciones internacionales de los años 30 y la rivalidad a tres bandas que se libraba en Europa; una lucha perpetrada entre los partidarios de la revolución social y los de la involución nacionalista, y enfrentados a ambos los partidarios de la reforma democrática. Un conflicto triangular que operó sobre cada momento de la tragedia española.
Por un lado, la intervención directa y abierta de las potencias revisionistas del momento, Alemania e Italia –Hitler y Mussolini-, en favor de Franco desde el comienzo de la guerra.
Por otro, la asistencia de la Unión Soviética a la República Española, desde octubre de 1936. Mientras que la ayuda a Franco fue financiada a crédito, la ayuda republicana fue pagada con el oro de las reservas del Tesoro.
Y, por último, la No Intervención propuesta por Francia, pero alumbrada desde Reino Unido temeroso de que en España prosperase una revolución comunista, funcionó en la práctica como un embargo a la República.
Para la política apaciguadora de Londres, la crisis española no debía transformarse en excusa para desestabilizar Europa y provocar un enfrentamiento con Alemania e Italia.
Sin embargo, el orden establecido en Versalles tras la Primera Guerra Mundial ya estaba siendo violado por Hitler y Mussolini. La tolerancia que mostró Londres hacia a los atentados nazi-fascistas contra el equilibrio de Europa tuvieron un alto coste para España y, en el fondo, encerraba el deseo de que Hitler desatara la guerra contra la Stalin.