Con la investidura todavía en el aire lo que sí es seguro es que el nuevo gobierno no podrá añadir este año ni un euro más a los Presupuestos Generales del Estado que se firmarán este mes de julio. España se ha comprometido, para sorpresa de la Comisión Europea y del propio país, a adelantar el cierre de las cuentas para controlar el gasto público. La medida se incluye en el paquete de alegaciones que ha remitido el ejecutivo a Bruselas para intentar rebajar la multa por el exceso del déficit en 2015. Para el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, un aumento en los pagos a cuenta del impuesto de sociedades no va a repercutir en la liquidez de las grandes empresas. Asegura que lejos de subir, el tributo volverá a bajar para todas las sociedades como lo hizo en 2015; e insiste en que ya se apuntó a esa modificación en el Programa de Estabilidad Presupuestaria que se remitió en abril a la Comisión Europea. Desde la patronal CEOE, su presidente, Juan Rosell, considera que esta medida es un "parche" que pasará factura a las empresas y apunta que otra alternativa a cambiar este impuesto habría sido recortar el gasto (14/07/16).