"El 19 de febrero de 1992 fue un día definitivo para el resto de mi vida", asegura el exetarra Iñaki Rekarte al recordar la fecha en la que mató a tres civiles e hirió a 21 al detonar un coche bomba en Santander al paso de un vehículo policial, su objetivo. Tenía solo 19 años. El exjefe del comando Santander, que cometió su primer atentado en Irún, su pueblo natal, cuenta su historia dentro de la banda terrorista, su arrepentimiento y su reinsercción en la sociedad en el libro Lo difícil es perdonarse a uno mismo. Matar en nombre de ETA y arrepentirse por amor. Amor que le dio Mónica, una gaditanta trabajadora social de la cárcel en la que cumplió condena, y que ahora es su mujer y la madre de sus hijos. "Pronto tendré que contarles lo que hice pero no veo el momento ¿cómo lo hago? son niños" (13/05/14).