El padre de Lila Downs, un profesor universitario de cinematografía estadounidense, se econtraba grabando una película sobre el pato azul que emigra de Canadá a la península de Yucatán cuando conoció a una mujer indígena mixteca. Una cantante de cabaret -que se escapó de casa cuando la querían casar con 14 años -con la que se topó en Ciudad de México. De la unión de estos dos mundos tan diferentes nació la cantante y esa mezcla racial y cultural sigue estando presente en su vida personal y profesional. La artista, ganadora de cuatro Grammys Latino y un premio Grammy, acaba de publicar Salón, lágrimas y deseo, una dedicatoria a México y Estados Unidos, pero sobre todo, un disco dedicado a las mujeres empoderadas, aquellas que "a pesar del peligro de violencia sobre ellas, sobreviven y siguen sintiendo amor", ha explicado en Las mañanas de RNE. Un mensaje que, asegura, es "importante" para ella "para seguir sobreviviendo".
Las mañanas de RNE con Alfredo Menéndez
Lila Downs dedica 'Salón, lagrimas y deseo' a las mujeres
14/09/2017
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