Faltan tres días para el 1-O y el Gobierno de Cataluña mantiene el pulso. Pese a los esfuerzos del Estado destinados a evitar que el próximo domingo se celebre el referéndum independentista suspendido por orden del Constitucional, desde la Generalitat se siguen dando pasos hacia el 1-O. Entre ellos, el envío de las citaciones a los designados como miembros de mesas electorales o la destitución de los mandos intermedios en las empresas sanitarias públicas catalanas para facilitar la participación y centralizar la máxima responsabilidad en el Conseller de Salud. La ubicación de las urnas sigue siendo una incógnita. Este mediodía, en el Palau de Pedralbes, el president Carles Puigdemont, en una decisión no consensuada con el Gobierno, ha convocado la Junta de Seguridad de Cataluña para coordinar las actuaciones policiales de aquí al domingo. Pese a todo, Interior envía al número dos del ministerio.