Hace siete años comenzaba la guerra en Siria, un conflicto en el que, según datos y cálculos oficiales, ya se ha superado el medio millón de muertos civiles.
Las mañanas de RNE se ha preguntado si hay lugar para la esperanza y ha analizado la situación en el país árabe con Ignacio Álvarez-Ossorio, profesor titular de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Alicante y coordinador de Oriente Medio en la Fundación Alternativas; Lorena Bilbao, coordinadora de Médicos sin Fronteras en Siria, y la corresponsal de RNE en Oriente Próximo, Cristina Sánchez.
Álvarez-Ossorio cree que no veremos el final de la guerra a corto plazo: "Desgraciadamente, no vemos que en el horizonte vaya a cambiar, sino que incluso va a empeorar". El profesor subraya, además, que lo que antes era una guerra civil se ha convertido en una "guerra mundial a escala reducida".
Lorena Bilbao también se muestra pesimista. "La situación es horrible -ha explicado-. Desde que ha empezado la guerra en Siria, cada año piensas que no puede ser peor, pero luego van pasando los años y el sufrimiento sigue ahí e incluso va a más". La cooperante ha contado que en muchas poblaciones de Guta Oriental la población solo puede vivir en sótanos, intentando protegerse de los bombardeos, y que apenas entran medicamentos y alimentos.
En opinión de Cristina Sánchez, el futuro de Siria pasa por escuchar a la sociedad civil. "Lo que conmemoramos no es el inicio de una guerra, es el inicio de unas protestas, de unas manifestaciones, y yo creo que a lo largo de estos años hemos ido enterrando las voces de los sirios y de las sirias", ha afirmado la corresponsal.