La relación entreRusia, Bielorrusia y Ucrania se ha visto resentida por la creciente alianza militar entre Moscú y Minsk. Desde hoy y hasta el 20 de febrero, Rusia y Bielorrusia empiezan unas maniobras militares conjuntas -las mayores de su historia- que no hacen más que aumentar el temor de Kiev a una invasión rusa, en plena escalada detensión con la Unión Europea y Estados Unidos. El número exacto de tropas es una incógnita: Moscú no da cifras, solo dice que no superan lo permitido por el Tratado de Viena y asegura que Estados Unidos exagera diciendo que haymás de 100.000 soldados rusos a las puertas de Ucrania. Sí presumen de algunos armamentos que van a utilizar pero no aclaran si Rusia está llevando armas nucleares a Bielorrusia. La unión de los dos Estados, también en lo militar, se estrecha desde las masivas protestas de 2020 que estuvieron a punto de derrocar a Aleksandr Lukashenko, muy dependiente ahora de Putin. Habrá otros20 simulacros conjuntos de este tipo a lo largo de 2022. El gran temor es que puedan utilizarlos como tapadera para atacar o invadir Ucrania en algún momento. Informa Érika Reija, corresponsal en Moscú.
Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, cree que estas maniobras sonparte de la presión militar que ha acompañado a la presión diplomática: "Son parte de un despliegue más amplio que lleva a situar tropas alrededor de Ucrania. No son tan importantes las maniobras en sí, sino el momento en que se hacen. Un momento en el que la presión diplomática ya no puede seguir creciendo". Arteaga no cree que las maniobras puedanterminar en invasión pero sí considera que sirven paraentrenar a las tropas que participan para que, posteriormente, puedan llevar a cabo una acción menor o de mayor envergadura: "Prepara a las fuerzas que se proyectan sobre las fronteras para una posible invasión". Respecto al papel de la OTAN puede desplazarse militarmente a las fronteras de los países miembro para tratar de moderar la llegada de refugiados o apoyar a los países en primera línea, apunta el investigador pero "más allá no podría hacer nada".