Dos policías que violaron a una chica de 18 años y un empresario que violó a una jornalera evitan la cárcel por 6.000 euros y un curso de educación sexual. Se trata de dos acuerdos de conformidad en los que la víctima colabora, entre otros motivos, para poder olvidar y seguir adelante. Marisa Soleto, jurista y directora de la Fundación Mujeres, asegura que estos acuerdos son más habituales de lo que parece: “Cuando la justicia es demasiado lenta se obliga a las víctimas a volver a recordarlo durante años y esto hace que lleguen a acuerdos de conformidad como estos, lo que quieren es pasar página”.
Sobrelos cursos de educación sexual, la presidenta de la Fundación reconoce su importancia como medida de prevención, antes de que se haya cometido el delito: “En este caso, estos cursos están siendo utilizados para que los condenados no se vayan de rositas y devuelvan algo a la sociedad, pero no sabemos su efectividad cuando el delito ya se ha cometido”. Soleto subraya que estos acuerdos dan una sensación de impunidad y que la condena judicial y social debería ser contundente y compartida:"Se genera una imagen de que violar a una mujer sale muy barato en España".
Desde la Fundación Mujeres esperan que la aprobación de la ley 'solo sí es sí' produzca cambios de carácter judicial y ponga el consentimiento de las mujeres en el centro: “La ley actual presta mucha atención en los medios coercitivos y por lo tanto preguntan mucho sobre cuál fue el comportamiento de la víctima, si se resistió lo suficiente. Esperamos que con esta nueva ley se le pregunte mucho más al agresor, que sean ellos los cuestionados sobre si se cercioraron de que contaban con el consentimiento de la víctima”. Respecto a la oleada de pinchazos en discotecas, asegura queindudablemente son agresiones a mujeres, a pesar de que no exista una sumisión química: “Produce una situación de miedo y clarísimamente lo podemos clasificar como un factor de violencia de género”.