El 3 de diciembre de 1970 comenzaba el llamado Proceso de Burgos contra 16 militantes de ETA por el asesinato del agente de la Guardia Civil, José Pardines, y del jefe de la Brigada de Investigación Social, Melitón Manzanas. Un macrojuicio con el que el franquismo pretendía acabar con ETA militar, pero que acabó volviéndose contra el régimen. El proceso acabó el 28 de diciembre con una condena de 9 penas de muerte y más de 500 años de cárcel. Las manifestaciones en contra y, sobre todo, las presiones de otros gobiernos europeos forzaron a Franco a conceder el indulto a los condenados en menos de una semana, lo que debilitó a la dictadura y acabó fortaleciendo la imagen de ETA, que empezó a ser vista por muchos como símbolo de la lucha antifranquista. Hacemos un recorrido por este capítulo de nuestra historia con Julio Leyte.