Se cumplen 50 años del Templo de Debod en Madrid, un puzzle de piedra que Egipto regaló a España en 1968. Cuatro años después, en 1972, la capital pudo inaugurar el templo, pero el traslado no fue fácil. Fue desmontado bloque a bloque, guardado en casi 1.400 cajas y transportado Nilo abajo en gabarras para ser finalmente embarcado en el vapor Benisa. En Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso hablamos con Miguel Ángel Molinero, profesor titular de Egiptología en la Universidad de La Laguna y co-director del Proyecto Tahut.
La investigación que están llevando a cabo se centra en reconstruir la historia analizando las huellas "que el paso de los seres humanos ha dejado en las propias piedras". Un monumento que "por su ubicación, corre peligro", afirma el profesor. "El Ayuntamiento hace lo posible para que la lluvia le afecte lo menos posible o mantenerlo lejos del alcance de personas que le hacen daño", añade, pero propone que se cubra para mejorar su conservación, como sugieren todos los egiptólogos y desde Egipto: "Es patrimonio egipcio y les preocupa su estado de conservación", señala. Aunque no plantea una cubierta que elimine su valor añadido a la ciudad, sino que, dice, se debería cambiar la silueta que hay ahora por una construcción en la que se puedan realizar actividades pedagógicas y de museo.