Hoy, 13 de diciembre, la ONCE cumple 83 años. Un grupo de personas ciegas rechazaron una pensión, se unieron e impulsaron el cupón, lo que supuso el inicio de un modelo social que hoy emplea a 73.000 personas. Coincidiendo con este aniversario, ponemos el foco en los perros guía y su ayuda esencial en el día a día de las personas ciegas.
Hablamos con Isabel Gómez Hermoso, usuaria que acaba de recibir un perro guía que se llama Kata. "Soy renovadora, pero tengo los nervios a flor de piel." Explica la importancia y utilidad que tiene para ella. "Te da muchísima seguridad, agilidad y mucha libertad. Es como si vieras."
A Kata la ha entrenado Pedro Márquez, instructor de movilidad con perro guía. En este caso Isabel es renovadora, pero cuando el usuario es nuevo, se hacen cursos residenciales. "Se trabaja obediencia, trabajo con obstáculos... Están dos semanas y media y se forma el vínculo afectivo y de respeto. Sin eso, sin la confianza en el perro, no se puede hacer." La persona debe de conocer la ruta. "El perro sigue las directrices y tiene libertad para evitar obstáculos y evitar conflictos."
María Jesús Varela, directora de la Fundación ONCE del Perro Guía, explica que puede entrar en casi cualquier parte, aunque a veces surgen dificultades. "Las restricciones son a quirófanos y cocinas de restaurantes y hoteles, y atracciones de parques. Salvo eso, incluso lo puedes llevar a la piscina pero no al agua. Los usuarios te dicen que las cosas han mejorado, pero aún con todo, constantemente nos siguen llegando quejas. Son situaciones muy incómodas."