El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) publica el Informe anual de desplazamientos forzosos, que refleja el mayor número desde que existen los registros: 108 millones de personas refugiadas y obligadas a desaplazarse en el mundo en 2022. Sobre estos datos, Las mañanas de RNE habla con Sophie Muller, representante de ACNUR en España, quien indica tres posibles soluciones para erradicar esta cifra: una solidaridad equitativa para que los sectores humanitarios puedan dar la respuesta inmediata, extinguir los conflictos "eso es fundamental, trabajar en paz, en seguridad, en derechos humanos, en desarrollo, de manera consistente, estructurada en todos estos países que sufren" y trabajar en soluciones: "En ACNUR trabajamos en soluciones desde el inicio dando acceso a la educación, al trabajo (...) desde los primeros momentos de su vida para que se mantengan autónomos y puedan pensar en su futuro en la mayoría de los casos de vuelta a su país de origen".
Además, advierte sobre el riesgo del cierre de fronteras por parte de los países que no puedan aguantar la presión migratoria: "En muchas ocasiones no van a tener más remedio que intentar cerrar las fronteras y eso es aún más peligroso para las personas refugiadas".
Sobre el Pacto de Migración y Asilo de la Unión Europea, Miller explica que hay muchos elementos que quedan por trabajar, como la manera en la que implementar el procedimiento de fronteras, "hasta cuándo, con qué garantías", aunque, añade, "es fundamental avanzar bajo la presidencia de España en ese pacto para finalizar cuanto antes".