El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, confía en que ésta sea la última prórroga de los ERTE. Su sindicato quería fijar ese final en marzo o abril: “En marzo y abril se inicia la Semana Santa y vamos a prever que vamos a vivir una semana santa sin pandemia”. Con todo, plantea los problemas del texto, centrados en la formación y las exoneraciones para empresas: “Es mejor que lo que se planteaba al principio pero, aún así, habrá dificultades. Es cierto que es importante empezar a pensar que cuando los ERTE se planteen fuera de pandemia vayan acompañados de un proceso de formación, pero en un mes no se planifican cursos”. En todo caso, cierra este periodo de negociación como muy positivo.
Cree que el Gobierno debería haber vigilado desde el principio qué empresas pueden no ser viables cuando termine la pandemia y espera que se salve el mayor número posible. Álvarez considera que la mejora de la economía es un hecho y descarta que el Gobierno esté siendo excesivamente optimista: “Es evidente es que hemos tenido un resurgimiento de la económica absolutamente fuerte y sólido”. Por eso, cree que no hay excusas para no subir el SMI. Da por hecho que será de 1.000 euros en enero de 2022 y, si no es así, advierte que habrá movilizaciones: “No vamos a transigir”. Añade que la subida que se aprueba hoy es mínima: “Parece que 15 euros es mucho, pero entre nosotros, hablando mal y pronto, es una mierda”.
Con respecto a la discusión surgida por las palabras del ministro Escrivá sobre la edad de jubilación, quita importancia: “No se va a discutir la edad de jubilación en España. Da igual que quiera le ministro o quien quiera”. En todo caso, cree que el ministro podía referirse más bien a qué gente puede trabajar a determinada edad. Por último, pone fecha a la derogación de la reforma laboral: “Será antes de que termine el mes de noviembre”.