Arancha González-Laya, exministra de Exteriores y decana de la Escuela de Relaciones Internacionales de Sciences Po, ha hablado con Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso desde Davos, donde estos días se celebra la cumbre anual que reúne a figuras de primera línea del poder económico, político y social. Allí ha confesado que se percibe una mezcla de sensaciones, desde la preocupación al optimismo, "es un momento de confusión donde hay una mezcla de buenas y malas noticias" aunque se impone la cautela, ha asegurado. González-Laya ha puesto en valor la cooperación internacional, "esencial para impulsar respuestas a las grandes incógnitas".
Como exministra de exteriores, también ha valorado el tratado muy positivamente de amistad que Francia y España firmarán hoy en la cumbre bilateral de Barcelona, afirmando que "es una señal muy importante" porque "supone estructurar una relación enormemente amplia y rica, desde lo económico a lo cultural pasando por lo ciudadano". González-Laya ha señalado, además, dos temas importantes que ambos países deben trabajar unidos. El primero, la unión de la energía "para ser un espacio donde nuestras industrias tengan interés por no marcharse a otros lugares" y, el segundo, "la unión de la defensa", un espacio donde cree que "queda mucho por construir", siendo "la gran asginatura pendiente de la Unión Europea".
Respecto a la elección de Barcelona como sede de este importante encuentro, González-Laya ha puesto en valor su carácter mediterráneo y ha dejado claro que, en su opinión, "la vía unilateral está muerta".
Además, González-Laya también ha tenido palabras para la, hasta ahora, primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, tras el anuncio de su dimisión: "representaba una manera distinta de hacer política".