Este martes inicia su tramitación en el Congreso la llamada Ley Trans que evidencia las diferencias que mantienen el PSOE y Unidas Podemos en torno al feminismo. La principal discrepancia está en la autodeterminación de género que permite que una persona puede cambiar el sexo registral sin necesidad de informe ni tratamiento médico. Una parte del feminismo, entre la que se encuentra el PSOE, considera que una ley así borra a la mujer. La persona podrá dejar en blanco la mención del sexo registral, es decir, que no tendrá que elegir obligatoriamente entre mujer, hombre o no binaria. Además, en el texto inicial las personas migrantes que se quisieran acoger a la ley debían demostrar que corrían peligro en su país y en el texto que comienza a debatirse este martes se especifica que podrán solicitar la autodeterminación sin necesidad de acreditar esta persecución.
La proposición de ley fue registrada por el Grupo Parlamentario Republicano y el Grupo Plural y todo apunta a que va a salir adelante porque el Grupo Socialista ha anunciado que va a facilitar su tramitación, aunque está claro si votará a favor o se abstendrá. La iniciativa la tomaron Esquerra Republicana, Junts, Más País, Compromís, la CUP y Nueva Canarias al ver que no termina de salir adelante el borrador de la Ley Trans por las diferencias que hay entre el ministerio de Igualdad y la parte socialista del Gobierno.