La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha defendido la actuación del Congreso durante el estado de alarma pese a la sentencia del Constitucional que consideró que “quedó anulado el control al Gobierno” en la Cámara Baja. “Pasamos situaciones muy complicadas. Este Congreso no cerró en ningún momento. Estamos hablando de plenos de 11 horas donde no había hoteles, no había restaurantes. Los diputados viajaban en sus propios coches. Algunos de ellos tuvieron que dormir más de un día en sus despachos porque no podían alojarse en ningún. Les dábamos para desayunar, comer y cenar bocadillos”, ha relatado Batet.
Batet ha insistido, además, en que es fundamental el buen funcionamiento de las instituciones para hacer frente a los autoritarismos. “En estos momentos una de las cosas más importantes seguramente es preservar la institucionalidad de los países democráticos. Defender las instituciones es defender la democracia”.