La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, reconoce que la negociación con el Gobierno para sacar adelante los PGE y la ley de Vivienda ha sido muy complicada “porque vamos a avanzar en un cambio cultural”. Habla de diez meses de conversaciones para “sacar adelante una ley que corrige una anomalía democrática y con respecto al conjunto de la UE”. Según Belarra, España es uno de los pocos países que no controlaba la vivienda y añade que la ley catalana ha abierto el camino para que la futura norma sea más ambiciosa. Ante las reticencias planteadas por el PP, las declaraciones de Andalucía asegurando que no declarará las llamadas ‘zonas de vivienda tensionada’ o las del alcalde de Madrid negándose a subir el IBI, dice: “Yo soy muy respetuosa con los ámbitos competenciales (…) Pero Almeida tendrá que explicarse ante sus ciudadanos. Explicar por qué en Valencia se puede declarar una zona de mercado tensionado y los alquileres bajan y por qué en Madrid, la supuesta ciudad de la libertad, no existe libertad para llegar a fin de mes porque tienes que pagar 800 o 900 euros al mes de alquiler”. Belarra asegura que la letra pequeña está cerrada y avanza que se van a conseguir datos fiables de la situación actual del mercado, algo que ahora no ocurre.
La líder de Podemos también reconoce las propuestas que se han quedado por el camino en la negociación. Entre ellas, la ampliación del permiso de maternidad a seis meses. “Eso se ha quedado encima de la mesa. En una negociación todo el mundo cede un poco y esta es una de las cuestiones en la que nos es difícil convencer al PSOE”. En todo caso, dice que el debate sobre esta medida volverá porque “este año se ha demostrado que la conciliación en España no existe, que son los abuelos y las escuelas”.
Concluye mostrando su total confianza en Yolanda Díaz y defendiendo la idea de que las mujeres jóvenes como ellas están intentando abrir una nueva etapa política: “Como mujeres y mujeres feministas estamos tratando de hacer política de forma distinta. Las jóvenes sabemos que el ámbito institucional es duro, que hay una cultura muy masculinizada, nosotras lo estamos cambiando”.