El gas por las nubes, la luz impagable, gasolina a precio de oro...la gente está preocupada y aunque la mayoría reconoce no saber a qué se debe el desorbitado aumento de precios de la energía, algunos apuntan motivos ajenos al valor real de los combustibles. Los ciudadanos sospechan que se trata de maniobras estratégicas y demostraciones de poder de los países dueños de esas fuentes de energía y los expertos (Javier Solana, ex-secretario general de la OTAN y Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la Unión Europea durante una década, el coronel José Pardo de Santayana, analista principal del instituto de estudios estratégicos y Gonzalo Escribano, director del programa de Energía y Clima del Real Instituto Elcano) apuntan las diversas razones que explican este tambaleante escenario.
Hay factores climáticos y tensiones entre potencias. Algunas clásicas. Otras nuevas. La hegemonía mundial se disputa ahora en el Indo-Pacífico, señalan los expertos. La espectacular recuperación económica de China tras la pandemia tira de materias primas y de energía, acaparando recursos. Mientras, los Estados Unidos de la era Biden intentan volver a ocupar su lugar en un mundo en el que Rusia nunca pierde oportunidad de marcar territorio al tiempo que Europa, que percibe su paulatina "irrelevancia", se esfuerza por reconquistar protagonismo. Esto, a las puertas del invierno y mientras los analistas piden no olvidar la razón última de esta "guerra de la energía": el calentamiento global impone una transición energética para la que, pese a las advertencias, el mundo no se ha preparado a tiempo.
Un reportaje de Luisa Pérez y Juan Morello