Tratamos de entender la realidad de Marruecos y de esta crisis diplomática en Las mañanas de RNE con Javier Otazu, delegado de la Agencia EFE en Rabat y autor de 'Marruecos, el extraño vecino' (Ed. Catarata).
A nivel nacional, las imágenes de menores han disgustado mucho en el país, sobre todo el redes sociales. Aunque también se piensa que Europa no reconoce debidamente el trabajo que se hace para proteger sus fronteras exteriores. Hay un mínimo de 13.000 agentes desplegados en sus costas para controlar que no salgan pateras hacia el continente. Ambos sentimientos se mezclan en estos momentos.
En la zona vecina de Ceuta están viviendo una crisis más dura debido al cierre de fronteras durante la crisis sanitaria. Unas 15.000 familias se han quedado sin sustento. Además de eso, Otazu explica que según estimaciones, Marruecos tiene un sector informal enorme, alrededor de un 30% en economia no declarada y se basta mucho del turismo para recibir divisas y crear puestos de trabajo, sector que ha sufrido las consecuencias de la pandemia. Eso se suma a que en el país africano la emigración es un fenómeno histórico, a pesar de que su tasa de desempleo no sea tan grande como en España. "El imán que tiene la idea de la emigración es enorme y no desaparece [...] Pasan los años y no se romple el brillo que tiene Europa como si fuera la solución a todos los males", concluye.