La conflictividad social en Barcelona pone en alerta al empresariado del sector turístico y comercial, que teme que se desplome su facturación después de los daños causados. Tras cuatro noches de huelgas ininterrumpidas, los comerciantes alertan de las múltiples causas que pueden afectar a sus negocios, apuntando que los disturbios y los cortes de las vías pueden ser motivo de la disminución de visitantes. Los daños materiales, solo en Barcelona, superan ya el millón de euros.
El turismo es el gran motor económico de Barcelona y gran parte de la costa catalana. El pasado año la afluencia del turismo en la ciudad condal subió, además del gasto medio por persona -12 millones de euros-, datos que pueden verse menguados por la situación social y política. Además de la facturación, suben las cancelaciones y disminuyen las pernoctas en la ciudad, motivo que se suma a la incertidumbre económica.
Los empresarios apuntan que no solo los disturbios y los altercados pueden ser los motivos de la posible bajada de visitantes, sino que el corte de calles supone un problema añadido para el día a día, como causa indirecta. Joan Canadell, presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, añade que "tenemos un problema en Cataluña, desde hace 10 o 15 años, y es que ningún gobierno español ha querido escuchar las reivindicaciones del pueblo de Cataluña".
