Dolores Vázquez pasó más de 500 días en prisión por el asesinato de Rocío Wanninkhof pero no fue ella quien la mató, sino Toni Alexander King. Dolores Vázquez fue víctima de una mala investigación y también de los prejuicios de la época: era lesbiana, había tenido una relación con la madre de Rocío, tenía un aspecto antipático y, pese a que hubo pocas pruebas, la GC, el juzgado de instrucción y la fiscalía la señalaron como la única responsable. Pese a que años después se demostró su inocencia, nunca ha sido indemnizada. “Sigue esperando que alguien le pida disculpas” nos ha contado hoy en RNE su abogado Pedro Apalategui quien, asegura, nunca tuvo dudas de su inocencia: “Cuando el secreto de sumario aún estaba vigente yo tenía constancia de que había unas huellas en la bolsa donde había aparecido el cadáver. Acudí a prisión y le pregunté si podíamos pedir una prueba de las huellas de su mano. Pide lo que quieras, que me analicen el ultimo pelo de la cabeza, hasta las plantas de los pies, me dijo”. Apalategui añade que le impactó que, en mitad del proceso, la presión le hiciera a ella misma dudar: “Me preguntó, ¿pudiera ser que yo estuviese estableciendo una amnesia y haya hecho lo que la gente dice que yo he hecho?”. El abogado, que aparece también en el documental que se acaba de estrenar HBO sobre el caso de Dolores Vázquez, habla de falta de dignidad en el proceso y lamenta que, aún hoy, ella no tenga una vida normal: “Lo que pasó ha condicionado su futuro psicológico, humano y económico”.
Las mañanas de RNE - Josep Cuní
Dolores Vázquez, 20 años de un veredicto injusto
02/11/2021
16:45