En el día en el que los toros tenían que haber corrido por las calles de Pamplona en el primer encierro de San Fermín, el alcalde de la ciudad, Enrique Maya, ha atendido a Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso para mostrar su pena por la suspensión, pero también el orgullo por la actitud y la responsabilidad de ciudadana. “Estoy contento porque ayer era un reto para la ciudad y creo que se ha cumplido muy bien. No ha habido aglomeraciones, estoy satisfecho por la responsabilidad ciudadana”.
Maya ha pedido a los turistas que no acudan en masa a Pamplona para evitar rebrotes en la ciudad, que de cara a septiembre, un buen mes para la hostelería, serían fatales. “La suspensión es un varapalo. Se habla de que la pérdida es de cien millones de euros. Es la mitad del presupuesto del Ayuntamiento en un año”