Fernando Aramburu acaba de publicar su última novela, 'Los vencejos', en la Editorial Tusquets. En Las mañanas de RNE ha dicho que aunque es agotador, la gira de presentación y el reencuentro con el público le está encantando. "Me voy a quedar con un buen recuerdo de esta Feria de Madrid, aunque había aforo y medidas. La circunstancia de que uno pueda volver a salir y estar en contacto con lectores y libreros me parece estupendo." Muchos de ellos ya han leído la novela. "La gente es muy amable, muy cariñosa. Me colma comprobar que el trabajo de uno ha llegado a otras personas y ha sido significativo para ellas y emocionante."
'Los vencejos' tiene mucha actualidad. "Lo pedía la trama. El ejercicio cotidiano de escritura del protagonista transcurre un día del verano de 2018 y el mismo día del año siguiente. A la historia de los personajes añado un dibujo de la España de nuestros días." El protagonista se proyecta en los vencejos que ve por la ventana, le gustaría escaparse con ellos. "El primer tramo de la novela es duro, pero poco a poco la vida va moldeándolo y nunca rompe los hilos que lo unen con la propia vida. Van a apareciendo personajes que lo moldean."
Sin desvelar el final, asegura que se le ocurrió al principio, pero luego cambió. "Decido al principio pero lo cambié, porque se lo revelé a una editora, y de una manera instintiva vi un gesto de disgusto o rechazo y me lo estuve pensando. Decidí dar un desenlace distinto." Terminadas las 690 páginas de 'Los vencejos', seguirá escribiendo, porque confiesa que es incapaz de vivir sin escribir. "La escritura es un sucedáneo de la respiración."