El escritor Jordi Amat ha hablado en 'Las mañanas de RNE' de su libro 'El hijo del chófer', en el que retrata la historia de las últimas décadas de Cataluña a través de la figura del periodista Alfons Quintà, que se suicidó en 2016 después de asesinar a su mujer. Amat ha explicado que Quintà fue un hombre con problemas psicológicos "muy serios" desde su infancia y que vivió trastornado por la mala relación que tuvo con su padre. "Quintà fue un monstruo con una alta capacidad que circuló durante muchos años en la vida pública catalana atemorizando a muchos contemporáneos con enorme poder. Como no pudo matar al padre, para suturar su conflicto íntimo se dedicó a matar a un país entero", ha asegurado Amat.
Amat cree que la figura de Quintà sirve para ilustrar las zonas más oscuras del mito de la Transición. "La Transición sirvió para estabilizar la democracia, pero no fue un proceso impoluto. Si no reconocemos esa parte oscura, no podremos regenerar un estado que tiene problemas", ha dicho el escritor catalán, que también se ha referido a la situación actual de Cataluña. "La política catalana vive en un bucle desde hace demasiados años. Hay una parálisis que tiene consecuencias en nuestro día a día y no veo a corto plazo que haya forma de revertir la crisis institucional en la que estamos enquistados", ha afirmado Amat, que cree que la clave es buscar soluciones consensuadas y romper una política de bloques que siguen petrificados.