Joseba Segura, obispo de Bilbao que, hace años, participó como mediador en varios procesos de negociación con ETA, dice que observa una Euskadi más serena diez años después del final de la banda terrorista. Reconoce que el papel de la Iglesia no ha sido el adecuado en todo el proceso: “Hubo un retraso en el reconocimiento de lo que pasó y la postura que debimos adoptar. Quizá muchos percibieron que la Iglesia no estaba cerca o abierta al sufrimiento de las víctimas. Tenemos una idea clara de que anduvimos tarde”. Asegura que llevan muchos años trabajando para hacer las cosas mejor y, al hablar de reconciliación, asegura que existe si la definimos como “aceptarnos unos y otros y renunciar a forzar ninguna posición”. Le parece clave en ese proceso el hecho de que haya un Gobierno con nacionalistas y no nacionalistas: “Es algo muy importante, mas allá del fin de la violencia”. Segura participó en las conversaciones con ETA ordenadas por Aznar en el 99 y por Zapatero en 2006. Cree que las segundas fueron más importantes “porque en el 99 duró poco y no existían condiciones”. Recuerda que parte de la fuerza de ETA fue que tenía mucha autonomía en sus decisiones, que no estaba condicionada por su “brazo político” como si pudo pasar en Irlanda del Norte y, rememorando su papel, habla de que sintió una gran responsabilidad: “Tienes la sensación de que te han dado un encargo que ojalá sea positivo”. El obispo de Bilbao habla de la paz como “un desafío” en el que hay que poner mucho esfuerzo.
Las mañanas de RNE - Josep Cuní
Joseba Segura, obispo de Bilbao y mediador con ETA
18/10/2021
17:27