Entrevista a Josep Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea
Tras el corte de suministro de gas ruso a Polonia y Bulgaria, Josep Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea y alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ha asegurado en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso que "hace tiempo que se veía venir, Rusia no iba a quedarse quieta ante el aumento de entrega de armas a Ucrania por parte de la Europa". Ante la amenza de que los cortes puedan extenderse a otros países de la UE si no aceptan el pago en rublos, Borrell ha abogado por una respuesta "conjunta y unitaria", porque "la unidad es imprescindible". "Hay algún país que ya ha manifestado su intención de hacerlo porque considera que no tiene otro remedio", ha dicho en referencia a Hungría, aunque sin mencionarlo abiertamente, y ha avisado que podría haber consecuencias, porque "no podemos pedir a terceros países que se alineen con nuestras sanciones si nosotros mismos no las cumplimos". Respecto a las perspectivas de fin del conflicto, Borrell ha dicho que cree que "la guerra va a continuar porque Putin dice que la quiere continuar hasta que no consiga sus objetivos militares". Además, ha mostrado su consternación respecto a su situación la situación de los mil civiles que permanecen asediados en la factoría Azovstal de Mariúpol, "me pregunto cómo puede estar esa gente sobreviviendo en esas circunstancias", ha dicho. Y se ha mostrado pesimista sobre su posible evacuación en los próximos días, ya que aunque "con la intervención de la ONU quizá haya una nueva oportunidad", el hecho de que Rusia haya bombardeado dos objetivos en Kiev en plena visita del secretario general, António Guterres, "no presagia nada bueno".