Carlos Rosón, presidente de Jóvenes e Inclusión, ha dicho en Las mañanas de RNE que nos centramos en cómo influyen los resultados educativos en la igualdad, pero es importante pensarlo al revés: "Cómo influye la desigualdad en los resultados educativos. Los niños y jóvenes en riesgo de inclusión llevan una mochila pesada e invisible que está condicionando sus resultados. En España casi un 29% del alumnado repite. Es una media que está por encima del estándar de la UE. La tasa de repetición entre los jóvenes de 16 años que trabajan en nuestras entidades la tasa de repetición es del 92%. Hay una influencia muy determinante de la situación de exclusión social en esos resultados educativos", ha dicho.
Esos malos resultados condicionan su futuro. "Esto conlleva una tasa de desocupación, un empleo precario que vuelve a realimentar la exclusión social. Queremos romper este ciclo", ha explicado. En un informe que acaban de publicar hacen varias propuestas, pero todo pasa por el consenso político. "La Ley Celáa tiene cuestiones muy importantes en este respecto, pero no se concretan medidas y no se consensúa. Llevamos siete leyes educativas en 20 años. La autonomía y libertad de los centros educativos que tienen alumnado en esa situación es fundamental, dotándolos presupuestariamente sin caer en la carga ya excesiva del profesorado", asegura.
La pandemia no ha ayudado a estos alumnos, cuya situación es ya de por si complicada. "Ha disminuido el capital cultural y social de las familias por esta situación de aislamiento. La escuela es un elemento de socialización muy fuerte que se ha visto truncado por la pandemia. Esta pandemia ha minimizado el capital social y el capital formativo de las familias en riesgo de exclusión", explica. Y añade algunos datos: el 100% de los menores no acompañados repiten curso y no tienen beca, y aclara que no pueden acceder a los recursos habituales.