Carme Valls, endocrinóloga, investigadora especializada en medicina con perspectiva de género, autora de libros como "Mujeres invisibles para la medicina", asegura que "somos las grandes olvidadas porque la mayoría de las investigaciones no incluían a mujeres en los estudios, especialmente en el tema cardiovascular, la principal causa de muerte en mujeres en todo el mundo."
"Esto está cambiando", dice, pero hasta ahora la ciencia médica ha tenido prejuicios hacia las mujeres, por ejemplo, estudiando infartos de 15.000 hombres y sin incluir a ninguna mujer. En las facultades de Medicina han empezado a entender que hay un sesgo, "los alumnos se sorprenden de que esto pudiera pasar hasta hace poco".
Asegura que en toda la carrera solo le explicaron el ciclo menstrual un mes, cuando era su principal interés. Además, en su especialidad, endocrinología, en la sala de espera principalmente había mujeres. Fue eso lo que llevó a Valls a estudiar la medicina con perspectiva de género.
Explica datos como por ejemplo que la mortalidad de las mujeres es el doble que la de los hombres en el mes después del infarto, porque las mujeres no identifican que están teniendo un infarto, ni ellas ni los médicos que las atienden. O que los medicamentos administrados en un hospital provocan muchos más efectos secundarios en mujeres, porque sus dosis y efectos están estudiados en hombres.