El Centro de Biotecnología y Genómica de las Plantas del CSIC-UPM se focaliza en dar respuesta a los retos que presenta el cambio climático en los cultivos
Antonio Molina, exdirector del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas del CSIC y de la Universidad Politécnica de Madrid, habla en Las Mañanas de RNE sobre las aportaciones de la ciencia en los cultivos, que puede ayudar al campo en su lucha contra el cambio climático. "Los investigadores que nos focalizamos en la agricultura y la biotecnología vegetal nos focalizamos en dar respuesta a estos retos que ya tenemos. Y frente a estos retos necesitamos conocimiento", asegura el investigador.
Uno de los retos a los que se enfrenta el sector primario son los cambios bruscos de temperatura que generan episodios de sequía constante. Desde el Centro de Biotecnología abordan cuál es la respuesta de las plantas a estos cambios de temperatura tan extremos. Una de las vías de investigación es la modificación genética de algunos cultivos para hacerlos más productivos. El investigador explica que, “hay que tener en cuenta cuando modificamos algunos genes, el impacto que tiene sobre otras funcionalidades de la planta” y añade que también “se puede hacer en árboles más resistentes”.
Molina alerta que uno de los principales problemas que tiene esta investigación, pionera en España, son las barreras administrativas, y “la falta de transferencia del conocimiento desde el sector de la ciencia al sector productivo”. Pese a eso, destaca que “España es líder en investigación en el área de agricultura y biotecnología. De hecho, nosotros estamos siempre en el top de los diez países con mejor productividad científica a nivel mundial”.
Otro de los problemas a los que se enfrenta el sector son las fake news sobre que la biotecnología no es segura. Ante estas ideas, Antonio Molina explica que las normativas de la Unión Europa, “tienen un grado de exigencia a los cultivos biotecnológicos, muy superior, a cualquier grado de exigencia que tiene otros cultivos”. Por esa razón, “la población tiene que estar absolutamente segura, ya que después de más de 30 años de cultivos biotecnológicos, no se ha detectado ningún problema sobre la salud”, asegura el científico.